
La vida de Vilma Martínez de Camacho, una adulta mayor de 80 años, se apagó este fin de semana en la vereda Los Toquitos, zona rural de Fonseca, La Guajira, luego de que un corte de energía no programado dejara inoperativo el respirador artificial del que dependía. El apagón, causado por un accidente de tránsito que derribó un poste de luz, sorprendió a su familia, que nada pudo hacer a tiempo para salvarla.
Mientras la empresa Air-e realizaba reparaciones para restablecer el servicio, el oxígeno que mantenía con vida a Vilma dejó de fluir. Su familia, devastada, exige que esta tragedia no se repita y que se garanticen planes de contingencia para pacientes en condiciones críticas durante emergencias eléctricas.
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