La trágica muerte de una niña de dos años en un hostal de Bucaramanga ha causado gran conmoción. La pequeña, que murió el 10 de enero, sufrió abusos físicos y sexuales, presuntamente a manos de su padrastro de 23 años.
Inicialmente, el padrastro afirmó que la niña había muerto debido a una caída por las escaleras. Sin embargo, las autoridades de salud revelaron que la niña presentaba signos de abuso crónico en todo su cuerpo. La madre de la niña sostiene que su expareja le entregó a la niña ya sin vida y niega que se haya caído por las escaleras.
Tras la captura del presunto agresor, la Fiscalía reveló que la niña había sido abusada sexualmente en varias ocasiones. “Se logró establecer con evidencias suficientes que la niña había sido agredida tanto física como sexualmente antes de su muerte”, confirmó Marisol Ramírez, directora seccional de Fiscalías de Santander.
El padrastro ha sido acusado de feminicidio agravado y actualmente se encuentra en una audiencia donde se solicitará su encarcelamiento. Según el informe de Medicina Legal presentado por la Fiscalía, el hombre habría abusado sexualmente de la niña antes de su muerte.
La Policía de Bucaramanga ha indicado que todas las pruebas apuntan a que este individuo es el principal responsable del crimen que ha dejado conmocionada a la ciudad.
Actualmente, otros dos niños, de cinco años (uno de ellos hijo biológico del presunto feminicida), están bajo la protección del Bienestar Familiar mientras se restablecen sus derechos.
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