En las últimas horas se conoció un caso en el departamento del Quindío donde un niño de 12 años identificado como Luis Esteban Montoya falleció debido a una aneurisma cerebral y su familia tomó la decisión de donar su corazón a otro menor de edad que lo requiere con urgencia.
Su padre, Leonardo Montoya, expresó que encontraron el verdadero propósito de la vida de su hijo en servir a Dios y a los demás a través de esta donación.
El corazón de Luis Esteban fue trasplantado a un niño de 11 años en el Valle del Cauca, brindando una nueva oportunidad de vida al receptor.
Este acto de donación resalta la importancia de la generosidad y la capacidad de transformar el dolor en esperanza para otras familias. La historia de Luis Esteban Montoya Rodríguez y su familia es un recordatorio conmovedor del impacto positivo que un acto de amor y fe puede tener en la vida de los demás.
En medio del dolor y la consternación, este hecho se convierte en una noticia de vida y lo queremos resaltar aquí en nuestro medio.
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