El lunes en las horas de la tarde, se desarrolló la lectura del fallo del proceso de la Policía Nacional contra la patrullera Andrea Cortés Guarín.
El fallo afirma que la patrullera tuvo una falta muy grave “por apropiarse de pertenencia de particular en beneficio propio” y por ello queda destituida e inhabilitada por 11 años para ejercer cargos públicos.
La joven uniformada de 26 años, que sufrió un calvario por biopolímeros en sus glúteos, era foco de una investigación interna de la Policía, donde hubo una audiencia de imputación de cargos y descargos; en su momento ella no aceptó los señalamientos.
La investigación interna en contra de la uniformada comenzó cuando una vendedora de una droguería de Titán Plaza, centro comercial de Bogotá cuya ubicación aparece en el mapa, aseguró que Cortés se llevó una crema de contorno de ojos sin pagar.
Según la denuncia, la situación se presentó en una noche de junio, cuando la patrullera ingresó al local con el traje de la institución y preguntó por unos productos; luego dio una vuelta por el establecimiento y se acercó a pagar otros elementos. No obstante, dijo la vendedora, en un descuido de ella, Cortés tomó una crema de contorno para ojos y la guardó sin pagarla.
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