El Gobierno del presidente Gustavo Petro le pondrá la lupa a los dineros destinados para el pago de recompensas en la lucha contra el narcotráfico y la captura de presuntos cabecillas del crimen organizado en las diferentes regiones del país.
Esto por los presuntos actos de corrupción en el que estarían incurriendo, para tales cobros, miembros de la Policía Nacional que han participado en operativos que han terminado poniendo en los Estados Unidos a personas involucrados en delitos.
Lo anterior, a raíz de las explosivas declaraciones de un exinvestigador de la Dijín, que se infiltró en grupos ilegales permitiendo dar golpes de alto valor para las autoridades en Colombia y para la Agencia Antinarcóticos de los Estados Unidos (DEA) con los que trabajaba.
El intendente activo Dávier David Arredondo, el mismo que el 21 de noviembre del año pasado fue objeto de un fallido atentado contra su vida en el barrio El Dorado de Montería, de donde es natural, denunció que su ‘pecado’, fue no prestarse para un complot contra el presunto cabecilla del Clan del Golfo, Jorge Eliécer Toro Castaño, alias ‘Plástico’ (capturado en Barú-Cartagena) y contra el coronel (r) Francisco Javier Ahumada Maury; el capitán y comandante de la Estación Sur de Montería, Vladimir Santamaría y el abogado penalista Óscar Rodríguez López.
Este último (abogado monteriano) era el enlace para que alias ‘Plástico’ se sometiera a la justicia, es decir se entregara.
“Tenía todo cuadrado para tal fin con mi intervención. Pero tres oficiales de la Dijín (capitán Julián Alfredo Parra Pineda; capitán Yeison Ferney Segura Labiosa y el subintendente Milton Murcia.), quienes para la fecha eran mis compañeros y superiores, lo que querían era cobrar una millonaria recompensa por el ‘positivo’ y por eso desarrollaron un plan de captura cuando tuvieron la ubicación del objetivo principal, que era un presunto ‘narco’ solicitado en extradición por los Estados Unidos”, narró el hoy policía amenazado.
Davier Arredondo, al denunciar en su momento estos hechos, el año pasado fue objeto de persecuciones internas y lo sacaron del programa de la Dijín y por orden de coroneles en Montería y fue trasladado al departamento del Chocó exponiendo su vida, debido a que para esa época su nombre ya era de público conocimiento entre las bandas criminales que él infiltró.
Posterior a ese traslado vino el intento de homicidio contra Arredondo que había llegado de descanso a Montería a visitar a su mamá en su cumpleaños a finales de noviembre de 2021.
El Policía aseguró, en su momento, que todo era una retaliación de sus superiores porque se negaba a dejar de actuar como testigo clave en el proceso contra el abogado Óscar Rodríguez; el coronel (r) Ahumada Maury y el capitán Vladimir Santamaría.
“No podía decir yo cosa distinta a la naturaleza de mi investigación y en las carpetas que reposan en la Dijín está consignado que estas personas solo hacían parte de los acercamientos para que alias ‘Plastico’ se entregara de manera voluntaria, dado a que tenían contactos con hombres de su organización quienes tenían injerencia en Córdoba, pero otros miembros de la Dijín lo que querían era la recompensa y por eso terminaron involucrándonos a todos como si fuéramos parte del crimen organizado. En mi caso yo tenía licencia de la Fiscalía para realizar tales infiltraciones y tales acercamientos valiéndome de lo que fuera, menos para asesinar a nadie”.
Arredondo, quien ostenta el grado de intendente lo han puesto a recorrer cinco departamentos del país en zonas de alta peligrosidad en menos de dos años y con él recientemente en la guardia de la Escuela Simón Bolívar de la Policía Nacional en Tulúa, Valle del Cauca, ocurrió otro hecho inusual.
El 27 de noviembre pasado denunció con audio incluido un caso que puede ser discriminatorio y de abuso de autoridad por parte de un superior, cuando estaba haciendo una consigna en el libro de ingreso a la Escuela Simón Bolívar, llegó en un carro el coronel Wilson Silva Rodríguez (sin insignias de coronel), subcomandante de la institución en el Valle del Cauca.
Como el intendente no corrió a hacerle la venia lo insultó y le exigió que le entregara el carnet y lo amenazó con trasladarlo otra vez al Chocó.
A ello, el policía le contestó que él podía ir a cualquier zona y que solo tenía seis días de estar en la guardia y que como no le vio la insignia de Coronel no sabía quién era el visitante y por eso no podía tratarlo como tal sino exigirle su identificación como cualquier otro ciudadano que visita el lugar.
Ante tales palabras el coronel entró en cólera, tal como quedó registrado en un audio que el mismo Dávier Arredondo grabó para dejar constancia del maltrato verbal del que estaba siendo objeto.
El alto oficial le dijo al subalterno que no era gente y se tranzaron en una acalorada discusión que terminó en las oficinas de denuncias de la Policía Nacional.
“No entiendo porque el coronel llega pidiéndome un carnet que yo en el momento no tenía porque estaba en trámite porque pasé de ser agente encubierto a uniformado nuevamente. Fue como si él hubiera llegado allí direccionado por alguien para provocarme y eso me ha pasado en otros sitios de trabajo como para hacerme echar de la Institución a la que tanto le he servido”, concluyó el intendente, quien pide hoy que su caso sea estudiado con lupa porque en sus investigaciones, como agente de la Dijín tocó a varios coroneles por sus presuntos actos indebidos y que pasaron por Córdoba y hoy está echados de la Institución.
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