Los uniformados debían patrullar una zona alejada al estadio Atanasio Girardot, pero llegaron al coliseo con la intención de ingresar 24 cajas de ron.
Mientras miles de rumberos se preparaban para disfrutar del evento que se llevaría a cabo con grandes exponentes del vallenato, dos policías querían hacer su agosto durante ese concierto.
Los dos patrulleros, que estaban de servicio y tenían por encargo la vigilancia de un sector muy diferente al estadio Atanasio Girardot, de Medellín, aparecieron en la puerta número siete, de uniforme y con el firme propósito de ingresar en morrales el alcohol clandestino.
Los dos patrulleros dejaron sus labores en las calles de la ciudad para dirigirse al lugar del concierto para intentar ingresar de manera clandestina el licor, pero fueron descubiertos por una capitán de la Policía a cargo de la seguridad del evento y quien era su superior.
La capitán estaba de servicio en el concierto de vallenato y vio a sus subalternos intentando ingresar con el alcohol que pretendían revender en el interior del estadio. Según comentó Semana, las cajas estaban valoradas en un millón de pesos, pero los dos agentes esperaban sacar al menos triplicar ese valor durante el evento.
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