El caso se registró en Bogotá. El joven, de 15 años, identificado como Miller Stiven Falla, jugaba en un equipo afiliado a las divisiones inferiores de América de Cali.
Miller caminaba con dos compañeras del colegio y los tres fueron interceptados por los delincuentes. El padre del joven indicó: “a las niñas, un venezolano le puso un revólver en el pecho. Les pidió el celular y una de ellas le dijo que no tenía. Le pidieron el celular a mi hijo, mi hijo se lo pasó normal, sacó su celular, alzó la camiseta y se lo pasó. Al momento de él pasarle el celular, el venezolano le metió el tiro en el abdomen. Mi hijo cayó al suelo, se quedó mirando a la compañerita y le dijo ‘tranquila, no pasa nada’ y ya, se fue cerrando los ojos, lo llevaron para la Clínica del Occidente y llegó sin signos vitales”.
“Lo más triste es que, según cuentan las niñas, Miller en ningún momento se opuso a entregar el celular. De pura alegría le metieron el tiro…”, manifestó.
Ahora el padre de Miller pide justicia.
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