La Procuraduría Primera Delegada para la Vigilancia Administrativa de Bogotá declaro responsable disciplinariamente al docente Jader Alfonso Ávila Ramos, quien había sido provisionalmente suspendido por tres meses, el profesor laboraba en la Institución Educativa La Unión de ese municipio sucreño.
El Ministerio Publico confirmo en segunda instancia, diez años de destitución e inhabilidad para ejercer cargos públicos al docente por el delito de acoso sexual a las alumnas.
La sanción fue impuesta en primera instancia por la Procuraduría Regional de Sucre que le endilgó en su momento un cargo único consistente en que Ávila Ramos en el año lectivo 2018 aprovecho su condición de docente para desplegar acciones constitutivas de acoso sexual en reiteradas ocasiones en contra de adolescentes y probablemente acosó sexualmente a unas alumnas, todas menores de edad.
Según el ente del Ministerio Publico explotó la subordinación y jerarquía que tenía sobre las menores, en citas para someterlas a sus deseos sexuales, aprovechando su estatus de docente, les hacía insinuaciones, propuestas y tocamientos de índole sexual. La falta fue calificada provisionalmente como gravísima a título de dolo.
En la segunda instancia la Procuraduría considero que no es justificable y menos plausible la conducta desplegada por el docente desde el punto de vista jurídico sino desde el moral y ético. En ese sentido y con la valoración de las pruebas, queda demostrado que con su conducta Ávila Ramos atento contra la dignidad de las menores, al igual que contra toda la sociedad, en especial la del personal estudiantil y docentes que integran la Institución Educativa La Unión.
La Procuraduría General de la Nación oficio al gobernador de Sucre para que le dé cumplimiento al fallo, y el docente sea retirado de su cargo.
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