Este no es el primer caso en que reses mueren a causa de fuertes descargas eléctricas. La noche del 6 de octubre, un rayo impactó a 38 vacas en una finca ubicada en la vereda Canutillal, en la zona rural de Tierralta, Córdoba.
Durante un intenso aguacero, las vacas buscaron refugio bajo unos árboles, pero lamentablemente fueron alcanzadas por la potente descarga, falleciendo en el acto.
Ante la pérdida, los propietarios de la finca tomaron la decisión de repartir la carne entre las comunidades cercanas, lo que permitió que los vecinos llevaran los productos a sus hogares. Este incidente pone de relieve los peligros asociados con las tormentas eléctricas en áreas rurales.
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