ROQUE PABLO GUZMÁN LÓPEZ “Roque Guzmán”.

Por: Carlos Guzmán Padrón
Julio 6 de 2021.

Nació en “ La Fortuna “, hacienda de sus padres Manuel Guzmán López e Isidora López Petro; hermosisima tierra ganadera en el corazón del Sinu, equidistante de Cerete y Cienega de Oro; su nombre le fue impuesto en honor a su abuelo Roque Pablo Guzmán Landero. Vivaz, agudo e inteligente desde pequeño; siendo adolescente, alcanzó a tocar la tambora, igual que su padre.

Ya de doce años, se escabullía de la Mayoría, y con la complicidad de los vaqueros, alternando caballos de paso y garrocha, irrumpía en las corralejas de cualquier pueblo cercano, hasta cuando don Manuel se enteraba y lo retiraban de la plaza.

Fallecido su padre y con veintiún años apenas, entra en posesion de una inmensa riqueza, para nuestro medio, claro; da inicio a un desarrollo de vida, sin parangón ni parecido; su notoriedad trascendió casi todo Bolívar, Sucre y Cordoba; su fama de hombre rico, parrandero sin par, generoso sin límites, enamorado y buen amigo, fueron los pilares de su amplia y extendida reputación ; El porro”Roque Guzmán y La Yegua Mela’ de Roque “, autoría de Luis Felipe Herran, el famosísimo Cabo Herran, se constituyeron en excepcionales correveidiles de su celebridad; No había banda de música, en todos los pueblos de la costa- y aún hoy es así-, que no tocara y se supieran de memoria estos dos porros!

En nuestro medio todas las bandas se disputaban el honor y la admiración de tocarle a don Roque, excelente pago, buen trato, llamaba a cada uno por su nombre, les bautizaba los hijos, y de pronto, en algún momento de solaz musical, el del bombardino, por decir, se le acercaba y le decía, don Roque, deme una vaquita pa’ la leche de los pelaos, yo se la cuido y se la devuelvo apenas usted diga…. sobra decir que esa vaca jamás regresaba a su hato!! Terminaba regalándosela algún tiempo después .

La música vallenata también hizo parte de su haber musical parrandero, en las décadas del 50 y 60, siglo pasado, al celebrarse las fiestas patronales de Cerete, en honor a la Virgen de la Candelaria, generalmente de enero 30 a 5 de febrero, siete días de corralejas ; por cuenta de don Roque, dos tardes, de cuarenta toros criollos, todos sus amigos ganaderos asistían invitados, solo por mencionar algunos, don Jerónimo Berrocal y Francisco Vega de Monteria, los Sotomayor de planeta Rica , Pedro Juan Tulena, Arturo Cumplido de Sincelejo, don Pedro Barraza de San Jacinto y muchos mas que la memoria retiene y no suelta, pues bien, arribaban por estos lares, varios de los hoy reconocidos juglares vallenatos, Alejo Duran, Andrés Landero, Abel Antonio Villa, Luis Enrique Martínez, Calixto Ochoa , para mencionar solo algunos; a todos los cobijaba la parranda Rocana, siendo sus preferidos, Alejo, Landero y Luis Enrique ; resaltando, claro está, que Toño Fernandez, Catalino Parra, Juan Lara y sus gaiteros de San Jacinto, llegaban una semana antes y se iban una semana después de finalizadas las fiestas, al amparo parrandero de Don Roque.



Para soliviantar La crudeza del invierno Sinuano, de casi ocho meses de duración, que azotaba sin tregua a este valle, Don Roque, fundó, creó, estableció, una cofradía cultural- muy distinta a MSF- La cuál, bautizó, acertadamente, “ El Colegio “ , esta institución, estaba ubicada, a vera del recodo que forma el caño Bugre cuando tropieza a Rabolargo, caserío humilde de gente buena y trabajadora; ese era el epicentro parrandero, allí, lo mínimo que duraba una parranda era una semana, pero podía extenderse un mes, los asistentes gozaban de ron , música, comida y baile, con las morenas hermosas de todas las veredas aledañas. Dormían en hamacas, para bañarse, ahí estaba el río, se tomaba, Ron Blanco, licor producido por la fábrica de licores de Bolívar, se compraba por bultos, cada bulto guardaba 50 botellas,lo menos que se consumía eran ,7,8,9 bultos de ron; se sacrificaba una vaca, que no pariera,5 o 6 cerdos sungos, 50 a 60 gallinas, para un mínimo de quince personas sin meter los músicos ; estas cifras podían duplicarse sin temor alguno; todo alumno del “Colegio “ debía permanecer , por lo menos, tres dias, no podía irse antes, ademas, muy difícil, pues, las canoas, estaban amarradas en la orilla opuesta al “ Colegio “ y solo cruzaban por orden personal de Don Roque.



El músico oficial del “ Colegio”, siempre fue El Cabo Herran, lo acompañaba todo el tiempo que sostuviera la Parranda, las bandas iban y venían, mínimo tres dias; él que no sabía bailar se le enseñaba, si alguien quería aprender a tocar un instrumento, ordenaba al respectivo músico, que cumpliera la docente labor, todo bajo la egida rocana, eso era el “ Colegio “ se instruía la pedagogía de la Parranda en todo el sentido de la palabra; no se aceptaba ninguna clase de peleas, el que rompiera este precepto era expulsado sin contemplaciones; su personalidad tenía arbitrio, don de mando, respeto, no se le discutía; las mujeres, absolutamente princesas en su reino, enviaba empleados suyos a Cerete y Cienega, a comprarles, cortes de telas finas, perfumes y toda clase de bisutería, complaciéndolas sin reatos y sin ambages; las mujeres no se sentaban juntas todas, las sucedidas, en un lado, y , las señoritas en otro; tuvo más de treinta hijos y a todos reconoció; excedió los mil ahijados; don Roque inventó palabras, que se convirtieron en uso cotidiano de la region, por ejemplo: Ronza, para designar la persona muy fastidiosa, poseía un léxico personal, especial y genuino, sus correligionarios lo entendían y hablaban perfectamente, dónde le den un tiempo mas, hace un idioma; sus dichos y sentencias, todavía, son utilizados en nuestro medio, para calificar y definir ciertas situaciones; la mujer que permanentemente contradecía al marido, le decía: Cuidao! La muje’ opina por dónde orina! , o “ cuando no, no”, del cual me abstengo explicar, o “ agua, candela y c…, no se le niegan a ninguno; nos haríamos extensos en demasía,recordando sus dichos y aforismas populares.

Don Roque, fue único, no se parecía, ni se le parecía nadie; disfrutó la vida que le tocó; la palabra preocupación, jamás supo que existía; fue feliz y complacido, dio’ todo de sí, para compartir su felicidad. Sentó reales definitivamente el cinco de marzo de 1993, siendo despedido con Roque Guzmán y la Yegua Mela de Roque!!

Loor a su nombre y su memoria!

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