Una profesora indignada por esta situación, nos envía esta información.
Hoy me dirijo a ustedes con un profundo sentimiento de tristeza y pesar por el suceso ocurrido. En el tiempo que he compartido en esta institución, he llegado a apreciar profundamente a cada uno de ustedes y a desarrollar un amor especial por sus hijos. Es verdaderamente desgarrador no poder ignorar los eventos abominables que han ocurrido.
Hoy, nuestros hijos son las víctimas de esta situación. Durante mi tiempo aquí, he trabajado incansablemente para crear un ambiente acogedor y proporcionar una educación de calidad que esté a la altura de los desafíos de nuestro tiempo. Por ello, con gran esfuerzo, logré adquirir un televisor para mejorar la experiencia de enseñanza en el aula. Aunque los objetos materiales pueden ser reemplazados, en nuestra sede sabemos que recuperar lo perdido no es tan sencillo. Cada recurso que hemos obtenido ha sido gracias a nuestras propias contribuciones y al apoyo de ustedes, miembros de esta comunidad.
Es momento de unirnos aún más y permanecer alerta ante la delincuencia. Levanto mi voz en protesta y espero fervientemente que hechos como este no vuelvan a repetirse. Si tienen alguna información relevante, les insto a comunicárnosla.
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