Por: Pedrito Márquez.
Cuando decidí escribir estas letras me llegaron al corazón dos sentimientos encontrados. El primero: que se trataba de un auténtico desafío. Porque no es fácil trazar en pocos minutos la vida ministerial de un sacerdote menos aun cuando hablamos de alguien con una personalidad tan indescriptible, con valores sobrevolados, principios y sobre todo una espiritualidad inigualable, todo un santo, el segundo sentimiento que tenía era gozarme con su compañía con sus anécdotas, y su diseño de vida espiritual.
Se preguntarán porque tanto preámbulo para llegar a presentarlo es lo que podía hacer después de su visita en la Urbanización la Bendición de Dios en el barrio Vilches del municipio de Cereté, donde vive actualmente sus últimos días en este mundo, se trata de sacerdote Gumersindo Domínguez Alonso un pleno dominante de amor puro hacia Dios, con una vocación al sacerdocio, con sentimiento, de una certeza interior que nace de la gracia de Dios, que toca el alma y pide una respuesta libre, como lo relata entre “risas”.
“Mi misterio es un amor puro hacia Dios, dando mi vida libremente por amor al prójimo, cada ser humano tiene una misión en la tierra y es buscar ser el cómo el hijo de Dios”
Gume como cariñosamente le dice los feligreses nació en tierras españolas en la Provincia De Vigo Galicia, un 9 de abril de 1923, hijo de Carmen Alonso y José Domínguez, siendo el sexto hijo y único sobreviviente de la familia Domínguez Alonso. Desde muy pequeño, le gusto el discurso la orientación espiritual llegando a consagrándose en la vida del sacerdocio en el año de 1949, el cual termino con todos los honores misionándose en evangélica América, donde ofrendo su primera misa.
“Recuerdo que mi primera misa fue en la iglesia Santa Marina de Cabral fue una conexión divina de Dios para conmigo fue una comunión excepcional” relata el padre Gume tomándose una taza de café en la terraza de su apartamento.
Trasegaron los tiempos y se dio la oportunidad de continuar su legado y vocación sacerdotal en Colombia un país donde dice estar eternamente agradecido.
“Fue la voluntad de Dios, llegar a este pais hermoso, donde me han acogido maravillosamente, dedico mi vida a ayudar a nuestros hermanos disfrutar con su gozo y vivo cerca de Dios. Siendo siempre humilde al servicio a favor de todos, haciendo de este lugar un sitio santo y ser puente entre Dios y los hombres”
Su vida misional entro por los Valle del Rio San Jorge acompañado con el rio Sinú, entre caños. ciénagas, veredas y montañas, de esa tierra mágica tan bien descrita por el Nóbel García Márquez en sus universales obras literarias, como su tierra adoptiva, hasta el día de hoy con 98 años de vida impensable, llegó a Cereté por obra de Dios, siendo nombrado en colegio Pablo VI como párroco y rector.
“Recuerdo que el colegio llegaba hasta cuarto primaria era una casita pequeña, pero disfrutaba del día a día, a mediada del tiempo compre solares y fuimos adecuando, hasta que lo perfeccionaron en la actualidad siempre dependiendo del creador”
Este hombre de Dios y de la Santa Iglesia Católica cumplió 74 años de vida sacerdotal, en su vida ha recorrido las mayorías de las iglesias en Cereté como la de San Antonio de Pauda, Martínez, Rabolargo, y Vilches donde dejó una huella imborrable construir la primera parroquia, de este barrio, amante de la comida lite, vegetariano, y poseedor de grandes virtudes, actualmente lo acompaña una mujer maravillosa la señora Juana Isidora Pinto que desde el año 1992 siempre lo cuida y está a su servicio.
“En la mañana me levanto temprano, oramos, estoy pendiente para bañarlo, cambiarlo, cuando está listo de todo procede a realizar la santa misa con su túnica habitual, para mí el padre Gume más que mi amo es mi ejemplo a seguir muy servicial da lo que no tiene se preocupa por el que no tiene nada”, relata Pinto en una conversación.
El padre Gume, continuara sus últimos días en esta tierra donde le dio todo, gozando del buen apreció entre los habitantes del municipio, ese que se ganó durante muchos años de servicios, es un ejemplo a seguir por nuevas generaciones, es de los grandes personajes de nuestro Cereté.
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