Tres años de un crimen sin autor intelectual


Mientras la Policía Metropolitana de Montería puso tras las rejas en tiempo récord a los autores materiales del homicidio de la empresaria Cornelia Sofía Martínez de Quintero, y se logró que condenaran a los autores materiales a 17 años de prisión por medio de un preacuerdo con la Fiscalía, los cambios de fiscales del caso y de los jueces de conocimiento, tienen en el congelador un posible preacuerdo con quien contrató y pagó a los sicarios que perpetraron el ataque a balas.

Se cumplen 3 años del hecho de sangre que inició con el atentado a Martínez de Quintero la noche del 21 de septiembre y que los sicarios celebraron el 24 de septiembre con la muerte de su víctima. En estos momentos los vencimientos de término en medio de la etapa de juzgamiento en la que está el proceso contra Fernando Arroyave Herazo y contra Nubia Giraldo del Toro, (quien estuvo en detención domiciliaria), todo pareciera jugar a su favor, ya que quedaron en libertad.

Los cambios de jueces se explican porque atendieron apelaciones y uno de ellos, el preacuerdo con los confesos asesinos.

Pero eso no quiere decir que la justicia los haya exonerado ni que el proceso en su contra haya precluido, porque con los audios y fotos que hay en contra de Fernando Arroyave el ciudadano está tan acorralado que lo que le podría esperar es una condena, hable o no en contra de quienes pagaron el homicidio.

Precisamente Frank Jaider Valencia Loaiza, el que apretó el gatillo cuando iba de parrillero de Jorge Enrique Correa Sánchez, aceptó cargos junto con su amigo y ya pagan 17 años de pena. Pero el sicario traído de Yarumal a Montería por su amigo Fernando Arroyave Trujillo, tenía a este último en sus manos con fotos dentro de una camioneta que al parecer sería de la mujer autora intelectual del crimen.

En sus manos

El sicario también tenía audios donde conversó con quien lo contrató para matar a la empresaria. Esas conversaciones telefónicas fueron antes y después del atentado. La idea del sicario era presionar a Arroyave si este no le pagaba el resto del dinero pactado por la macabra ‘vuelta’. Vuelta que estuvo tambaleando su pago completo cuando los interesados en la muerte de Cornelia Sofía se enteraron que ella estaba con posibilidades de supervivencia en una clínica en Montería a donde ingresó consciente. Pero los tiros en el cuello y en la cabeza deterioraron rápidamente su salud y falleció tres días después.

Es allí cuando en una conversación de Frank Jaider y Fernando Arroyave y otros participantes en el crimen, hablan en clave: “el pollo no aguantó el golpe”. Y las insinuaciones del resto del pago eran evidentes al tiempo que Arroyave trataba de calmar a los sicarios diciéndoles que ya estaba concertada la cita con la cliente para cuadrar el pago del resto del dinero.

El juicio se reanuda cuando se definan los impedimentos del juez que atiende el caso.

Según la investigación y la escucha de todas las conversaciones antes y después del atentado entre estos personajes, se referían a quien sería la autora intelectual. Es por eso que se dio la captura de las vecinas de Cornelia Sofía Martínez, es decir, de Rosa Elpidia Trujillo y su amiga Nubia Giraldo del Toro. Con ellas la empresaria tenía un litigio por la construcción, al parecer irregular de un edificio de varios pisos que estaban causando daños a la estructura de la casa de la hoy víctima. Pese a que hubo una orden de demolición de un piso de la edificación, tres años después no se ha cumplido lo que tanto luchó Cornelia Martínez y por ello hay denuncias penales contra la inspectora de policía Teresa Paternina. Es de anotar que Arroyave ha estado interesado en hacer un preacuerdo con la Fiscalía para no tener que pagar, si es vencido en juicio, una condena de más de 40 años de cárcel.

Tomado de: EL MERIDIANO

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