Díaz-Canel culpa al embargo estadounidense por la dificultad para adquirir el combustible necesario para el sistema eléctrico.
Cuba enfrenta una crisis energética sin precedentes que ha sumido al país en la oscuridad durante tres noches consecutivas.
El presidente Miguel Díaz-Canel, en un tono amenazante, advirtió que actuará con “rigor” contra quienes alteren el orden público en medio de esta situación crítica.
La isla caribeña se encuentra en un estado de emergencia tras el colapso del sistema eléctrico nacional, provocado por una falla en la central termoeléctrica Antonio Guiteras. Para empeorar las cosas, el huracán Oscar tocó tierra en la provincia de Guantánamo, complicando aún más los esfuerzos de recuperación.
Los ciudadanos, desesperados por la falta de electricidad, han salido a las calles en protesta. En barrios de La Habana se han reportado cacerolazos y manifestaciones, con la gente gritando “Pongan la luz”. El gobierno ha respondido suspendiendo clases y actividades laborales no esenciales hasta el miércoles.
Díaz-Canel culpa al embargo estadounidense por la dificultad para adquirir el combustible necesario para el sistema eléctrico. Sin embargo, la realidad es que Cuba sufre de una infraestructura energética precaria y desgastada.
La crisis actual se suma a meses de apagones prolongados, escasez de alimentos y medicinas, y una inflación galopante. Los cubanos, cansados de las dificultades, se enfrentan a la incertidumbre de cuándo se restablecerá completamente el servicio eléctrico, mientras el gobierno lucha por mantener el control en medio de un creciente descontento popular.
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